Si nos preguntamos por qué comenzamos a brotarnos con mayor frecuencia o por qué nuestra piel se volvió más grasa durante el confinamiento, aquí tenemos algunas de las respuestas.
¿Tener acné no era algo de la adolescencia? Aunque así nos pareciera, no solo es una consecuencia de la edad y los cambios hormonales, si no también de otros factores que pueden estar influyendo. ¿Cómo aliviar y disminuir las imperfecciones durante la cuarentena? Tengamos en mente las causas y tomemos ciertos recaudos.
Nuevas situaciones que producen estrés
Todo cambió desde que ingresamos en esta nueva normalidad, y esto también aplica para nuestras emociones, nuestro cuerpo y, por consiguiente, nuestra piel. Por un lado, puede ser que se seque con mayor frecuencia y comience a irritarse. O, por otro, puede ser que empezó a generar una mayor secreción de sebo, y este caso es el que más comenzó a observarse, por eso quienes antes casi no tenían erupciones, quizás somatizaron y empezaron a tenerlas. Para evitar que todo el estrés repercuta en nuestro cuerpo, es importante que tomemos pausas, que hagamos actividades que nos relajen y que le demos espacio al ocio, porque a veces no tener una tarea por hacer también está bien y nos hace bien.
Falta de la cantidad adecuada de sol
Otro punto que puede acrecentar el acné o favorecer su aparición es la falta de sol o el uso del barbijo que recubre una parte de nuestro rostro. Este factor externo sin la protección adecuada y en horario críticos puede ser nocivo, pero en su justa medida puede ser beneficioso, sobre todo para las pieles con acné por su poder antiinflamatorio y secante. Por lo que al salir menos a la calle y al estar menos al aire libre es posible que nuestra tez se encuentre más propensa a infecciones o daños, y que los brotes sean más duraderos o que las lesiones inflamatorias aumenten. Entonces, una de las formas que tenemos para compensar esto es sumar en nuestra rutina algún momento de sol en el balcón o en la terraza, o productos que nos ayuden a regular la oleosidad.
Alimentación con excesos
Además, lo que se puso en tendencia fue comenzar a hacer postres y comidas altas en calorías, para pasar mejor esta etapa. Así, la dieta cambió por completo y sumamos una mayor cantidad de alimentos ricos en grasa. Asimismo, al estar en casa empezamos a aprovechar los pequeños momentos entre actividades y en ellas también a disfrutar de algún snack o tentempié y sin tener la posibilidad de realizar la misma cantidad de ejercicio que cuando íbamos caminando a la oficina o cuando llevábamos a los niños a sus actividades extraescolares. Todo esto, aunque por ahí no lo relacionemos directamente, es lo que de a poco va afectando el aspecto de nuestra piel y exteriorizando en ella mediante el acné o el cambio en su textura o luminosidad, lo que cambiamos a nivel interno, por eso estemos alerta e intentemos tomar hábitos más saludables.
Rutina de skincare poco apropiada
Por último, algo que puede favorecer también la aparición de acné es estar utilizando productos que no sean adecuados. Y más aún en esta etapa en la que nos quedamos en casa y empezamos a probar cuanta crema, sérum o gel veamos, sin chequear previamente sus indicaciones. Por eso, recomendamos estar atentas a lo que seleccionamos, que sea adecuado para la textura y la composición de nuestra dermis, y según las necesidades que busquemos cubrir. En este sentido, desde Vichy, para hidratar, calmar la inflamación, disminuir las cicatrices y bajar el nivel de la producción de sebo, les proponemos probar todos los productos de Normaderm Phytosolution, especialmente indicados para pieles grasas.Son pequeños cambios los que podemos ir incorporando, y al mismo tiempo tener la tranquilidad de que hay ciertos productos que están para ayudarnos. Con la evolución de mentalidad, viene una evolución en nuestras formas de habitar este mundo y también de habitar nuestro cuerpo, no lo descuidemos hoy, hagamos que el mañana sea mucho mejor y así lleguemos a sentirnos más radiantes y saludables.