El viento, el frío, el sol pleno, el mar… todos estos son factores a los que nos exponemos en las distintas estaciones del año y que, sin duda, causan impacto en nuestro cabello y piel. Por este motivo, en cada época, es importante optar por cuidados (y productos) acordes a las necesidades que tenga nuestro pelo en cada momento.
La primavera
Durante la primera, es importante devolverle al cabello la hidratación que pudo haber perdido con las bajas temperaturas o vientos fuertes del invierno. El foco debe estar puesto en humectar con productos formulados especialmente para ello pero sin caer en excesos. A veces, por querer recuperarnos rápido, pecamos de colocar con demasiada frecuencia ciertos productos que reparan. Un baño de crema semanal será suficiente. Por otro lado, si notas que las puntas están con demasiado daño, tal vez sea un buen momento para cortarlas.
El verano
Todas sabemos que el sol, la playa, la piscina y el calor afectan directamente a nuestro cabello. Es importante que apliques un protector solar en tu pelo si vas a exponerte, es la única manera de cuidarlo directamente de los rayos dañinos del sol. Por otro lado, si tomas vacaciones en la playa o usas frecuentemente la piscina, notarás que el cabello se verán seco, opaco y quebradizo debido a la sal o el cloro. Es esencial que sumes productos especiales para esta época que limpien en profundidad cada fibra capilar.
El otoño
De una manera muy similar a la primavera, en esta estación lo importante es ayudar al cabello a recuperarse del verano. Hidratarlo de forma intensa, cortar las puntas, realizar tratamientos o baños de crema habituales serán fundamentales para colaborar con la reconstrucción. Recuerda que tanto en la primavera como en el invierno, debemos hacer que nuestro pelo recupere fuerzas para afrontar el verano e invierno.
El invierno
El clima frío y los fuertes vientos provocarán una debilidad de tu pelo que dará como resultado fibras más quebradizas con tendencia al frizz. Para evitar esto, o al menos contrarrestar el daño, es importante que utilices un buen acondicionador o crema para peinar que proteja tu cabello una vez finalizado el lavado. Los cambios climáticos bruscos también afectan la salud de tu pelo; aunque sea difícil intenta evitar dejarlo expuesto al frío intenso (utilizando un gorro de lana, por ejemplo) o colocarlo cerca de la estufa cuando busques calefacción.