Que tenemos que cuidarnos de los rayos solares para evitar quemaduras, manchas y futuras complicaciones de salud, ya lo sabemos. Pero, ¿alguna vez te preguntaste como otras factores ambientales afectan tu piel? Aquí te lo contaremos.
Hace un tiempo, el científico Krutman propuso que las condiciones de clima que contribuyen al envejecimiento de la piel se pueden clasificarse en categorías. Están las radiaciones solares, polución, tabaco, dieta y cosmética.
Una forma visible, y muy común, de que tu piel está teniendo un desbalance en su composición es la aparición del acné. Si bien puede tratarse de una predisposición genética, es más probable que su causa sean (malos) hábitos, ya sean voluntarios o no.
En esta oportunidad, evaluaremos los factores climáticos y su influencia directa en la aparición de acné y otras imperfecciones de la piel.
Contaminantes de aire
Ejercen un claro efecto nocivo sobre la piel, aumentando el llamado estrés oxidativo y alternando la composición orgánica de la dermis. Esto es más marcado en personas que sufren de acné, quienes ya de por sí presentan una irregularidad en el ácido linoleico.
Se hizo un estudio en dos ciudades que tienen altos niveles de polución, Shanghai y Ciudad de México. Gracias a ello pudo determinarse que los niveles de escualeno y vitamina E, ambos signos de oxidación de sebo, estaban alterados. Tienen una mayor producción de sebo y acné crónico en comparación a ciudades menos contaminadas.
Condiciones climáticas
Las altas temperaturas, humedad y los rayos UV pueden perjudicar el acné y transformarlo en un acné inflamatorio o tropical. Este tipo de acné se caracteriza por la presencia de grandes nódulos en el área del cuello, espalda o parte superior de los brazos.
Los rayos UV provocan un aumento de tamaño de la glándula sebácea, engrosamiento del estrato córneo, un aumento en la secreción de sebo y en la cantidad de comedones. Los cambios abruptos en el clima empeoran aún más esta situación ya que el organismo sufre un imprevisto y debe adaptarse instantáneamente al cambio de temperatura.
En resumen, el clima es uno de los tantos factores que pueden afectar tu piel. La buena noticia es que puedes hacer algo al respecto. Consulta periódicamente a tu dermatólogo, evita cambios abruptos y una exposición innecesaria a los peligros climáticos y cuidarte con Normaderm de Vichy.