Cuando la piel del cuero cabelludo sufre tanto de sensibilidad como de caspa, tratar ambos problemas al mismo tiempo puede darte una solución más completa.
Factores que predisponen la sensibilidad
El estrés, el cansancio, la falta de vitaminas o una alimentación desequilibrada influyen en la secreción de sebo y el PH de la piel.Lo mismo sucede con el sol, el cloro, la sal o la contaminación que pueden irritar y deshidratar el cuero cabelludo. En invierno, el aire frío favorece la sequedad y la tirantez. Por su parte, las tinturas o colorantes, las permanentes o los alisados químicos pueden provocar irritaciones, y el uso continuo de cascos o ciertos tipos de gorros también favorece el escenario para sensibilidad en la piel de la cabeza. Un cuero cabelludo sensible suele hacernos sentir picazón e irritación. Si bien lo mismo sucede cuando tenemos caspa, no siempre ambos problemas se dan al mismo tiempo.Algunos factores, como la contaminación, el estrés o incluso productos demasiado agresivos pueden provocar una mayor sensibilidad en la piel de nuestro cabello. Si esta condición permanece en el tiempo, puede evolucionar en caspa.
Cuidados para mejorar la salud del cuero cabelludo
Un lavado profundo diario con el shampoo anticaspa Dercos, regula el microbioma del cuero cabelludo y elimina la caspa visible. Lo ideal es hacerlo de forma cuidadosa y eliminando los restos con abundante agua para quitar las células muertas correctamente en el momento de la emulsión. Evitar los factores de riesgo como las temperaturas excesivas o los productos que corroen el PH de la piel es un paso importante para cuidarte de la caspa y la sensibilidad. Ten cuidado de no utilizar productos demasiado fuertes que podrían agredir el cuero cabelludo y provocar una secreción anormal de sebo. Adoptar estos hábitos en la rutina diaria del cuidado del cabello hace que se note la diferencia.