Seguramente te ha pasado alguna vez que te expusiste demasiado al sol y quemaste tu piel. Existen consejos y productos que te pueden ayudar a calmar el malestar, pero tienes que aprender a controlar la exposición. Aquí te contamos las claves.
Prevenir es mejor que curar
Ya sabes que exponerse al sol sin protector solar es muy peligroso porque sus rayos nocivos dañan nuestra piel. Para prevenir las lesiones que puede ocasionarnos el sol, es importante que seas cautelosa con los horarios en los que te expones y siempre uses bloqueador. Cada dos horas debes reforzarlo porque el agua o la misma transpiración hacen que se quite de la piel.
¡Piensalo dos veces antes de exponerte sin protección!
Si te expusiste de más, notarás es que tu piel se enrojece, inflama e irrita. Si la quemadura es intensa, podrían aparecer sobre la dermis irritada ampollas que debes curar de manera adecuada porque pueden infectarse. Es decir, un rato al sol sin protección puede convertirse en una muy mala decisión.
Lo primero que debes hacer es bajar la temperatura de la piel aplicando frío. Quizá te resulte algo desagradable pero es sumamente necesario: ponte paños húmedos o toma un baño de agua fría sin utilizar jabones o cremas que puedan irritar aún más la zona, opta por lo neutro.
Hidrata en profundidad
Cuando la piel se quema se reseca y, por eso, necesita de productos que la hidraten para poder recuperarse y regenerarse. Opta por aquellos especiales para estos momentos que son ricos en vitaminas que la dermis necesita, además de textura liviana, algo que tu piel sensible va a agradecer. También existen geles que puedes conservar en la nevera y tenerlos listos para utilizar en estos momentos.
Una vez que todos los síntomas hayan cesado, no dejes aplicar crema hidratante para colaborar con la cicatrización. La zona quedará sensible durante las próximas semanas y se pelará por lo que es importante que la sigas protegiendo del sol.
Cuidate siempre, y no solo la piel
Si tu piel se puso colorada significa que estuviste muchas horas expuesta al sol. En ese caso, además de todos los consejos que te dimos antes, procura beber mucho líquido para que el organismo se recupere. ¡Y ten cuidado la próxima vez!